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Saturday, January 31, 2009

Tipos de té y sus diferencias

Té verde, Té blanco, Té negro, Té rojo, todos vienen de la misma planta.

Últimamente hemos escuchado acerca de varios tipos de té. Té verde, té rojo, té blanco, té negro, y la lista sigue. El té puede llegar a ser confuso para la mayoría. Hoy quisiera explicar las diferencias entre un tipo de té y otro, al igual que algo sobre su proceso.

Todos los tés vienen de la misma planta, conocida como Camelia Sinensis. El té crece muy bien en climas tropicales y sub-tropicales al igual que muchos tés crecen en climas más elevados (hasta 5,000 pies). La diferencia entre los tipos de té consiste en la forma en la que son procesados. El té puede crecer en las montañas lo que hace que la hoja crezca más despacio y tenga más sabor. Puede crecer en la sombra, en el sol, y hasta en un clima lluvioso. Todos estos factores pueden afectar el sabor y el olor del té. Flores, hierbas y otras plantas pueden ser mezcladas en y durante el proceso, lo que influencia ese té en particular su olor y sabor característicos.

Los diferentes tipos de té se destacan por el proceso al que son sometidos. Las hojas de la Camelia Sinensis se marchitan y oxidan si no se secan rápidamente después de que fueron cosechadas. Las hojas de té se tornan oscuras rápidamente debido a que la clorofila se abre y desata un color cobrizo. Este proceso, ¨Oxidación enzimática¨, se llama fermentación en la industria del té aunque en realidad no es una fermentación; No es causada por microorganismos, y no es un proceso anaeróbico.

El paso siguiente en el proceso es parar la oxidación en una etapa predeterminada calentándolo lo que hace que detenga la enzima responsable de ello. Con el té negro este proceso se realiza al tiempo que se secan las hojas. Sin el cuidado necesario para evitar la humedad excesiva y el control de la temperatura el té crecería hongos. Esta forma de hongo causaría fermentación real el cual contaminaría el té con sustancias toxicas y quedaría no apto para el consumo.


Té verde: Es vaporizado, marchitado, secado, molido y clasificado.
Té amarillo: No se marchita ni se oxida. Sufre un proceso que lo hace tornarse amarillo.
Té blanco: Se marchita pero no se fermenta.
Té rojo: Sufre un proceso similar al añejamiento del vino.
Té negro: Es marchitado, macerado, fermentado, secado y clasificado.

El té es una planta compleja y elegante. Simplemente, entendiendo lo básico sobre el té, ya es más de lo que la gente sabe y le ayudará inmensamente cuando decida sumergirse en el maravilloso mundo de esta milenaria bebida.

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Tuesday, January 13, 2009

El Boom del té

A pesar de que se conoce desde hace cuatro mil años, el té se ha puesto de moda por sus verdades terapéuticas.

En China se conoce desde hace mas de cuatro mil años en Japón. Inglaterra e India forma parte de una tradición rodeada de rituales. Su consumo en el mundo ocupa el segundo lugar después del agua. Pero independiente de esto, hay un boom del té que no se debe exclusivamente a su sabor único sino que más bien tiene que ver con sus virtudes terapéuticas.

Esta nueva moda del té está ligada a la medicina alternativa, que ha encontrado en la ancestral bebida un elixir para una multiplicidad de enfermedades, incluidas las del corazón y el cáncer, y un antioxidante más poderoso que muchas frutas y vegetales.

Los tres tipos básicos de té- té verde, negro y rojo- se derivan del arbusto conocido como camelia sinensis y son productos mediante una variación de las condiciones del proceso. Mientras el negro se obtiene por la fermentación de las hojas, el verde no es fermentado y el rojo sufre un proceso de añejamiento similar al del vino. Los tres son sometidos a calentamiento para detener la fermentación. La mayoría de las personas beben té negro, pero cerca de un cuarto del té que se consume en el mundo es verde.

Todos los tés contienen compuestos conocidos como polifenoles-una clase de bioflavonoides-, que tienen propiedades anti cancerígenas, antioxidantes, antibacteriales y antivirales.

¿Freno contra el cáncer?

Hoy parece verdad sabida que el té verde protege contra el cáncer por que elimina los radicales libres, que son desechos de las reacciones químicas del organismo que bloquean los agentes carcinógenos. Además se ha dicho que los polifenoles pueden limitar la multiplicación característica del cáncer.

Si el té realmente previene contra el cáncer sigue siendo manera de debate, aunque la investigación parece estar encontrando algunos fundamentos. De hecho, algunos estudios revelan que un ingrediente de los polifenoles del té verde, el EGCG, mata las células del cáncer y protege las sanas.

Por otra parte, una investigación reciente hecha en estados unidos con mas de 35mil mujeres pos menopáusicas mostró que quienes probaron dos o más tazas de té negro al día tenían 40% menos de posibilidades de desarrollar cáncer del tracto urinario, y 68% menos de desarrollar cáncer del tracto digestivo de las que no lo tomaban.

También hay estudios que revelan que el té puede ser un arma poderosa en la lucha contra el cáncer de estómago, vejiga, esófago y próstata. Y en China, un estudio demostró que los fumadores que toman té presentan una incidencia más baja de cáncer del pulmón.

Si de verdad el té reduce el riesgo de cáncer, no hay duda de que de debería a las virtudes de los polifenoles que evitan que los radicales libres dañen el ADN, pues cortan la posibilidad de cáncer desde el origen y parecen impedir el crecimiento incontrolado de la célula, de tal forma que hacen más lento el desarrollo del cáncer e inclusive algunos pueden destruir las células cancerosas sin dañar las células vecinas sanas. Un estudio de 1998 realizado en Japón mostro que cuando los investigadores combinaron polifenoles con las drogas contra el cáncer, el tratamiento fue veinte veces más efectivo que cuando solo usaron medicamentos.

Los efectos positivos del té se han observado en pruebas de laboratorio en las que se han usado cantidades de té cien veces superiores al promedio que contiene una taza. Por eso se necesitan más investigaciones y pruebas para determinar si la dosis puede ser tan efectiva como las drogas para prevenir el cáncer y el crecimiento de tumores.

¿Bálsamo para el corazón?

Se ha descubierto que los poderosos antioxidantes del té pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Una investigación publicada en 1999 en Archives of Internal Medicine reveló que mujeres de 55 años o mayores que bebían entre una y dos tazas diarias de té negro tenían 54 % menos posibilidades de padecer arteriosclerosis severa, condición que puede producir infarto o derrame cerebral.

La explicación, según los investigadores, podría encontrarse en que los antioxidantes ayudan a impedir el llamado colesterol malo o LDL forme la placa que obstruye las arterias. Evitando la arteriosclerosis, los antioxidantes del té ayudan a que las arterias nutran con sangre el corazón y el resto del cuerpo.

Los resultados de las investigaciones despiertan la tentación de poner la tetera a hervir, pero es evidente que hacen falta más estudios para llegar a conclusiones definitivas. Por lo pronto, los expertos aseguran que la mejor manera de prevenir el cáncer, las enfermedades del corazón, y otras condiciones similares es siguiendo una dieta alta en fibra y baja en grasas, con muchos productos ricos en antioxidantes. De todas maneras, claro está debe incluirse té negro, té verde y té rojo, por que esos sorbos pueden ayudarles a las personas a tener una vida mas larga y saludable.

El té y la osteoporosis.

Las últimas noticias indican que, con leche o sin ella, puede fortalecer los huesos de las mujeres pos menopáusicas. Según un estudio de una escuela de la universidad de Cambridge en Gran Bretaña, las mujeres entre 65 y 75 años que toman por lo menos una taza de té al día presentan por lo menos una densidad ósea significativamente mayor en la columna y la cadera –áreas frecuentes de fracturas- que las mujeres de la misma edad que no toman té. Por el contrario, el consumo de café aumenta el riesgo de la perdida de hueso.
Sin embargo, los investigadores no han podido establecer cómo funciona el té en los huesos. En principio creen que los antioxidantes juegan un papel clave, pues son cien veces más efectivos que la vitamina C y 25 veces más que la vitamina E, que también son antioxidantes.