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Wednesday, March 28, 2012

El té, un amigo de la belleza y la alimentación sana!


El , tómelo por salud y también por puro placer.


En el desayuno, a media mañana, a la inglesa por la tarde, después de cenar, caliente para acompañar una buena conversación, frío para refrescarte... Sustituir el café, los refrescos o el alcohol por té es una decisión no sólo placentera sino muy saludable.

En sus numerosas preparaciones, el té es un aliado no sólo de tu salud sino también de tu belleza. Y si para ti las infusiones no son más que agua caliente, ya puedes ir cambiando de opinión: de frutas, con canela, mezclas de hierbas, de cidrón o hierbabuena, en plan cóctel e incluso como receta para la cocina... En casa, en el trabajo, cuando sales a cenar o a tomarte algo, en cualquier momento es bueno tomarse un té.

Te cuida desde dentro

Numerosos estudios han demostrado, entre otras muchas, las propiedades anticancerígenas y antioxidantes del té. Estos beneficiosos efectos, entre ellos prevenir el envejecimiento, se deben esencialmente a los polifenoles que contiene el té, y en particular el verde.

Muchos de estos polifenoles son flavonoides, concretamente catequinas, las sustancias con más efectos antioxidantes y antitumorales que existen. De hecho, son antioxidantes naturales capaces de actuar contra las inflamaciones cutáneas y el cáncer.

El té tiene también propiedades cicatrizantes, bactericidas, refrescantes y antienvejecimiento, por lo que puede ser empleado tanto para la preparación de cosméticos como de productos dermatológicos.

Además, el té tiene un agradable efecto estimulante del sistema nervioso central, lo que puede convencer a los adictos al café. Otras razones para tomarlo:

  • Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares
  • Baja los niveles de colesterol en la sangre protege contra las caries
  • La actividad antioxidante del té supera al de algunas frutas y verduras
  • Ayuda a combatir la fatiga
  • Estimula las defensas y el funcionamiento mental
  • Es una bebida natural que no engorda, no contienen azúcar ni calorías

Verde, rojo, negro... ¿cuál es mejor?

Todos tienen tantas propiedades beneficiosas, que lo mejor es alternarlos, guiarse por el gusto o el instinto.

Té verde

Se obtiene secando las hojas al sol durante una o dos horas o mediante torrefacción. Estos procesos casi no alteran su composición química, lo que quiere decir que tiene niveles más altos de flavonoides (catequinas). Dos tazas de té verde tienen el mismo contenido de Vitamina C que un vaso de zumo de naranja. Existen numerosas variedades de té verde, todas ellas muy populares en China y Japón.

Té negro

Es otra variedad de la misma especie que se consigue mediante fermentación primero y secado con aire caliente después. Con el proceso adquiere una tonalidad oscura y se produce una transformación química de sus aminoácidos, ácidos grasos, polifenoles, etc.

Té rojo

También conocido como Pu-erh, se ha popularizado en Occidente, sobre todo en EEUU por sus propiedades quemadoras de grasas y digestivas. Previene las caries, hace bajar el colesterol malo, mejora el estreñimiento, alivia la depresión. En realidad, se trata del té negro fermentado y añejado con un color rojo fuerte y sabor ligeramente ahumado, una especie muy venerada en China porque se dice que fomenta la salud.

El proceso de fermentado varía según el añejamiento deseado, guardándose el té en barriles o cuevas, como los vinos. Cuanto más tiempo se conserva, más preciado es. De hecho, hay Pu-erh gran reserva, de 60 años, más caro que el caviar.

Té blanco

El té blanco ha sido descubierto recientemente como el antioxidante más potente de la naturaleza: contiene tres veces más polifenoles que el verde y es más eficaz que la vitamina C y la vitamina E juntas. Además, el té blanco es el que menos cafeína contiene, por lo que puedes convertirlo en un sustituto del café mucho más relajante.

El secreto de su alta concentración de polifenoles está en su proceso de elaboración: en vez de la hoja entera, en este tipo de té se recogen sólo los brotes, donde se concentra toda la energía de la planta. Estos brotes, sin abrir, están cubiertos de un vello blanco (de ahí su nombre: té blanco de agujas de plata). Y en vez de cortarse o enrollarse como se hace con el negro y el verde, se deja secar al aire, al sol natural sobre paños de seda.

Los investigadores aseguran que este proceso tan simple es lo que mantiene al té en un estado puro, lleno de energía y con tres veces más antioxidante que el té verde.

Monday, March 12, 2012

El Té Rojo, Elixir de Vida.


La medicina tradicional china considera el Té rojo o  Pu-Erh como una infusión para gozar de buena salud y para sentirse mejor por dentro y fuera. Sus virtudes son tantas que se le conocía como el Té de los Emperadores, tiene un sabor agradable y reduce el nivel de colesterol. En Occidente se conoce como devorador de grasas debido sus propiedades y su proceso. Es necesario reseñar que diversas universidades de todo el mundo han realizado estudios sobre este tipo de té atribuyéndole propiedades interesantes como:
 * Desintoxica y depura activando el metabolismo del hígado.
* Refuerza el sistema inmunitario, preserva de las infecciones y posee efectos bacteriostáticos.
* Cura el mal humor e incluso ligeras depresiones.
* Facilita la digestión de las comidas grasas y estimula la secreción de las glándulas digestivas.
* Disminuye el nivel de colesterol.
* Elimina el sobrepeso provocado por una mala alimentación.

El té rojo o Pu Erh es un producto originario de la región de Yunnan, una provincia China conocida como la región de la eterna primavera tiene un clima especialmente propicio para el cultivo de té, sobre todo en las regiones montañosas

El Pu Erh sigue un proceso similar al del té negro que adquiere sus características después de un proceso de post fermentación. Sus hojas son comprimidas y se almacenan durante años en condiciones muy concretas, generando un pu-erh de diferentes precios. Aunque no se ha desvelado totalmente su secreto se sabe que se almacena en cavernas donde se guarda en barricas de madera de roble por años, lo que da como resultado su sabor ligeramente ahumado y sus incontables beneficios. Al igual que el vino cuanto más tiempo mejor, por lo que algunos tipos de pu Erh alcanzan los 60 años, y también evidentemente serán más caros.

Después de este proceso tendremos unas hojas de té más pequeñas y de un tono tierra que al infusionar dan un color rojizo al agua, de ahí el nombre de té rojo.

Como preparar una infusión de Pu erh
Vierta agua recién hervida a 1 bolsita de 2g de Pu Erh, deje reposar de 2 a 3 minutos y retire. Para el que no le gustan las bebidas calientes, siempre se puede enfriar agregando hielo luego de retirar la bolsita. Hay que tener en cuenta que si se agrega hielo la infusión puede quedar menos fuerte para lo que se recomienda usar 2 bolsitas en lugar de una.
Recomendaciones
3 a 5 tazas al día es lo ideal. Es importante no consumir bebidas como té rojo o negro en el estómago vacío si se sufre de molestias estomacales como gastritis o úlcera.
Es importante anotar que el té no es una medicina, por lo tanto no pretende tratar, curar, ni prevenir ninguna enfermedad. Es importante llevar una vida saludable, alimentarse sanamente y realizar ejercicio moderado.

Para más información visita www.tehindu.co o escríbenos a publicidad@tehindu.co 

Wednesday, March 7, 2012

La cultura del té

Mucho más que una infusión que se toma caliente, el té es cultura, historia, filosofía, tradición y costumbre. Tomar una buena taza de esta bebida nos relaja, y estimula todos nuestros sentidos. “....El sabor del té posee un encanto sutil que lo hace irresistible y muy particularmente susceptible a la idealización. El té no tiene la arrogancia del vino, el individualismo consiente del café ni la inocencia sonriente del cacao...” Okakura Kakuzo.
La palabra castellana “té” proviene del término “t’e” (pronunciado “tai”) perteneciente al dialecto chino amoy. La palabra pasó a Europa como resultado de los primeros contactos entre los comerciantes holandeses y los barcos chinos del puerto de Amoy, en la provincia china de Fujian. Dichos comerciantes adoptaron la palabra en la forma holandesa “thee”, que los alemanes transformaron en “tee”, los españoles en “té”, los italianos en “tè”, los daneses, noruegos y suecos en “te” (igual que los malayos), los húngaros e ingleses en “tea”, los franceses en “thé”, los finlandeses en “tee”y los lituanos en “teja”. Fuera de Europa, la palabra tampoco perdió su raíz original, convirtiéndose en “ta” en coreano, “tey” en tamil y “thay” en cingalés. El lenguaje científico mantuvo el término “thea”. Pero también el chino mandarín tenía un término parecido para denominar a esta planta, que era “c’a”. Este derivó a “ch’a” en cantonés y pasó como “cha” al portugués (ya que Portugal comerciaba en Macao, de habla cantonesa), al persa, al japonés y al hindi; y evolucionó a “shai” en árabe, “ja” en tibetano, “chay” en turco y “chai” en ruso. Del portugués se tomó la forma castellana “cha”, empleada en el siglo XVII y en la Nueva España.  

BREVE RESEÑA

En China se bebe té desde tiempos inmemoriales. Hay registros que datan del siglo X antes de Cristo, pero que mencionan que dieciocho siglos antes había chinos que vertían agua recién hervida sobre hojas secas de té y luego se la tomaban entre manifestaciones de gusto y de tibieza. A principios del siglo IX, se dice que llega a Japón a través de los monjes budistas, quienes pasaron de contrabando por la frontera hojas escondidas bajo sus túnicas. Los monjes lo utilizaban como estimulante para estar alertas en sus horas de meditación, ya que para ellos tomar el té era una ceremonia ligada al espíritu. Esta infusión llegó a Europa mucho después, a través de los holandeses y los portugueses, en el siglo XVII. En la década de 1650, Inglaterra se convirtió en la mayor potencia europea del té, gracias -en parte- a su especial relación con sus colonias en la India. Los ingleses exportaron su costumbre de beber té a Norteamérica.  

LA PLANTA DEL TE

 El té es un arbusto de la familia de las camelias (Camellia Sinensis) de hoja pequeña, resistente al frío. En estado silvestre puede alcanzar de diez a quince metros de altura pero la planta bajo cultivo es podada para limitar su porte, favoreciendo la generación de nuevos brotes y hojas, y facilitando la cosecha. Aunque originario de los bosques montañosos situados en los límites de India y China, el té se produce hoy en los cinco continentes. Se cultiva con éxito desde el nivel del mar hasta los 2200 metros de altitud, obteniéndose producciones de alta calidad en las zonas de alturas superiores a los 1200 metros. La región tealera argentina comprende las provincias de Misiones y Corrientes.  

TIPOS DE TÉ

Es un error considerar que los distintos tipos de té (blanco, verde, rojo y negro) provienen de plantas diferentes. En realidad, éstas son variedades de la misma planta que adquieren diversos colores, sabores y aromas debido a los distintos procesos a los que son sometidas las hojas de la Camellia Sinensis, en las distintas etapas de su elaboración. Las hojas pueden presentarse enteras o partidas, fermentadas total o parcialmente, o sin ningún grado de fermentación. Los distintos tés cambian su sabor y características por la región de donde provienen, por eso son conocidos por su denominación de origen. - Té blanco: originario de China, se elabora con los capullos más pequeños y jóvenes de la planta que no estuvieron expuestos al sol. Cuando los brotes empiezan a despuntar, se recolecta a mano el retoño, recubierto de unos finos vellos de color blanco plateado. La cosecha se seca al sol; no se la somete a la acción del calor, ni al enrollado o prensado. Los brotes se conservan enteros confiriéndole al té un fino aroma floral. Las hebras tendrán un color verde con tonalidades blancas y plateadas y su licor será de un amarillo pálido. - Té verde: se elabora aprovechando sólo las dos primeras hojas y el brote. Se somete un instante al calor de vapor para detener la oxidación, luego se enrolla y se seca al sol y/o a la sombra. Las hebras son verdes con un brillo apagado. - Té negro: las hebras están fermentadas entre un 80 y 100%. Luego de la recolección sus hojas se secan unas horas y luego pasan por un período de fermentación más prolongado, lo que le confiere su color dorado y su intenso sabor. Estas cualidades hacen de ésta la variedad más elegida y consumido en el mundo. - Té Pu-Erh: lleva el nombre de una pequeña ciudad de la provincia de Yunnan, China. Es famoso como té medicinal. Se prepara con la cosecha de verano, sometiéndolo a la acción del vapor y luego al tratamiento con hongos. Luego se envasa un tiempo prolongado, conservando así su color rojo y su sabor terroso.  

PROPIEDADES

El té blanco es llamado también “de la longevidad” ya que es el antioxidante más potente que nos ofrece la naturaleza por su alto nivel de polifenoles. El té verde es diurético, mejora la circulación, previene la diabetes y la presión alta. Tiene un alto contenido de flúor. Alivia los síntomas de la menopausia, previene la artritis, refuerza el sistema inmunitario, alivia cefaleas y elimina toxinas reduciendo la absorción de colesterol y triglicéridos. Es un aliado contra las enfermedades cardíacas, el envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas. También es anticancerígeno. El té negro ayuda a prevenir la osteoporosis, las caries y el cáncer de colon. Mantiene la mente despierta, alivia la fatiga, aumenta la irrigación cerebral y combate las cefaleas. El Pu-Erh ayuda a combatir el sobrepeso, elimina el colesterol nocivo, los triglicéridos y el ácido úrico en la sangre; desintoxica y depura, ayudando a eliminar el alcohol almacenado en el organismo, combate depresiones ligeras. En síntesis, el té es mucho más que una infusión que se toma caliente. El té es cultura, historia, filosofía, tradición y costumbres. Por último recuerden que tomar una buena taza de té nos relaja y estimula todos los sentidos.

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